Autora: Eliana Navarro Cuéllar Fundadora de GiraLuna y Juntuchas por la Alimentación
Juntucha viene del aymara junt’uchaña [1]: recalentar, y deriva en el significado de comida que se guarda un tiempo para comer más tarde, pero también se la asocia con agrupar, reunir, convocar para hacer algo juntos.
En febrero de 2020 nace un proyecto desde GiraLuna con el ánimo de reflejar en su nombre y en su convocatoria a actores culturales y gastronómicos comprometidos con la alimentación consciente, para que propongan actividades creativas, innovadoras y educativas. Este proyecto fue bautizado en colaboración con Martín Céspedes con el nombre de Juntuchas por la alimentación y dicho Programa tenía ya algunas acciones y proyecciones de desarrollo pero se vieron coartadas por la actual pandemia.
Cocina Resiliente nace dentro del Programa de Juntuchas, en los primeros días de cuarentena o ya no sé bien cuándo, entre el miedo, las calles agobiadas y la tristeza de tener que cerrar el restaurante. La idea partió con el recuerdo de una lectura sobre las tsampas, una receta tibetana que se realiza en comunidad para tener una reserva de alimento y consumirla en época de carencia. La idea me maravilló en aquel entonces, y había soñado con realizarla alguna vez en mi vida. De allí pensé en la existencia de otras recetas que podían cumplir con algunos objetivos similares y ayudarnos en el contexto actual para acompañar el momento de crisis. Convoqué a varios emprendimientos amigos, a amigas en realidad, les expliqué la idea y se entusiasmaron conmigo. Con el aporte de todos, el proyecto se fue transformando en algo más bonito y deseado de lo que podía soñar al inicio.
A partir del concepto Cocina Resiliente, debían salir las propuestas que hiciéramos para compartir con la gente. Entre todas coincidimos que este era un espacio y oportunidad para aportar y congeniamos en el sentimiento de solidaridad y compromiso que acompañaba desde ya nuestras labores como cocineras y la elección que diariamente hacemos.
El escenario: la cocina

Receta: Aquel mágico conjuro que despierta serotonina y dopamina y creatividad, incidiendo en un resultado amoroso sea cual sea su resultado. Pues se sabe que si salpimientas con amor, el sabor será de colección.
Los ciclos de Cocina Resiliente
Los valores como la empatía, la colaboración, la solidaridad, la reciprocidad deben servir también como herramientas para la generación de resiliencia. Así, a través de ellos compartimos experiencias, sabidurías y por supuesto: Recetas.
Los talleres virtuales de Cocina Resiliente compartieron herramientas concretas a través de recetas de cocina para acompañar y sostener a la gente, para que se informen sobre cualidades y beneficios de los alimentos, que conozcan y se apropien de recetas fáciles y nutritivas, que tomen en cuenta información básica de nutrición y salud, y finalmente alentar a que el consumo sea más responsable.
Guardar comida, saberla conservar, usar lo que normalmente se desecha, tener prácticas alimentarias que beneficien nuestra salud y la del planeta, son mecanismos de resiliencia y resistencia que deberíamos tener presente. Ser resiliente también implica el prepararnos, el anticipar una situación de amenaza, por ello es necesario hablar de alimentación como prevención.

Gratitud

Y como la gratitud es un ingrediente indispensable, debo agradecer infinitamente por haber confiado en el proyecto colectivo a quienes participaron de los dos ciclos. Pero también al Movimiento de Comida Consciente y a Cosecha Colectiva. También a Lucía Aliaga quién dibujó la hermosa gráfica de Juntuchas y por supuesto a mi hija Violeta, por haberle robado su tiempo y concederlo a otro sueño hecho realidad.
Estuvieron en el 1º ciclo: Jimena de Almendra-Nutrición integral, Ninneth de Café Vida, Carla de Aguacate, Mauge de Flor de Tarwi, Paula de Kasa Muyu, Rocío de Cultiva-salud integral y Consciente, Paola de Lecker Brot y Verónica de Moräi.
Estuvieron en el 2º ciclo: Antonio de Magik, Lorena de Fuente de vida, Alejandra de Active Balance, Marcos de Tierra Consciente, Daniela de Walipini, Andrea de Taurus, Wara de Musa, Mayvelin de Meyvis y Rita de Bolivia libre de trasngénicos.