Consumo activo, consumo pasivo y consumismo

Por: Matilde Rada

El 15 de marzo de 1962 gracias a la larga trayectoria de movilización y presión social de las y los consumidores, el presidente de los EEUU, John F. Kennedy, declara el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. 
Este día y lo que conmemora enmarca, aunque con poca exactitud, la lucha, los movimientos sociales y las prácticas de consumo a nivel mundial. De todas estas, hoy queremos profundizar un poco sobre el consumo “activo”. 

¿Qué es el consumo activo? 

 

Si bien no existe una definición precisa de consumo activo, pues sus alcances, prácticas e ideología son muy variadas. Tienen en común la construcción de nuevas relaciones de consumo, donde el acto de la compra y el intercambio tienen un significado de manifestación política, en coherencia con ciertos valores éticos
 
En este blog, pretendemos hacer un aporte a reforzar el concepto de consumo activo, como propuesta práctica y teórica que potencia las posibilidades de transformación desde las personas consumidoras. No ahondamos en el consumo activo alimentario porque este concepto está siendo construido colectivamente desde muchas voces, que no pretendemos opacar. Sin embargo, haremos una breve revisión a aportes de la sociedad civil a este concepto.

El problema del consumo pasivo

En un amplio sentido, el acto de consumir es necesario para sostener la vida a través de, por ejemplo, el consumo alimentos, agua y oxígeno. Sin embargo, el consumo ha adquirido más características dentro del sistema global dominante en el que nos encontramos y ya no responde solamente a la satisfacción de necesidades de subsistencia. 

Maria Mies (2018) relaciona al consumo con la colonización, donde casi todos los productos importados por las colonias eran bienes de lujo para las élites europeas, incluyendo el consumo de personas. Por otro lado, dentro del sistema patriarcal, las mujeres son domesticadas para ser amas de casa, esposas y madres, pasando a ser agentes de consumo convenientes de todo tipo de artículos. 

Asimismo, vivimos una contracción temporal, donde el consumo ya no se restringe a estaciones del año y los bienes de consumo (incluyendo los productos que son considerados de lujo) pueden ser consumidos en cualquier momento, por toda la vida. Es decir, hemos pasado de un consumo por disponibilidad de la tierra a un consumo por disponibilidad económica.

diversidad alimentaria y consumo

Entonces, en la actualidad se puede decir que la vida se organiza en torno a lo que podemos consumir y el consumo está guiado por la aparición de deseos efímeros y anhelos volátiles (Zygmunt Bauman, 2004). Habitamos un mundo donde el consumo sin límites se asocia con libertad y poder.

Este nuevo modo de consumir implica que ya no existen estándares de “satisfacción”, como en el consumo por subsistencia. No hay forma de medir la conformidad pues esta no tiene límites, y por ello, nunca dejamos de consumir. A este tipo de consumo, lo llamamos consumismo

Asimismo, los deseos más profundos (como felicidad, bienestar y seguridad) son utilizados como una herramienta de seducción. Es decir, no es necesario usar la coerción para que el consumo sea masivo, ya que esto se logra con un “disfraz de libertad individual voluntaria” (Zygmunt Bauman, 2004).

Se piensa en el consumo como algo que puede ordenarse con estudios de mercado y publicidad, a los que Louis Althusser llamó “aparatos ideológicos del mercado” (Louis Althusser, citado en Juan Escobar, 2009), orientados a influir en la conducta de las y los consumidores. En este caso, una persona consumidora es percibida como alguien pasivo, receptivo, con intereses individuales, ajeno a los impactos de  sus decisiones, e influenciable.

consumo plátano jugo

El consumo actual depende de la acción de comprar, que a su vez depende de la tenencia de recursos para hacerlo. La compra se ha convertido en una acción contra la angustia y la incertidumbre. En ese sentido, tener la capacidad de comprar significa libertad. También se relaciona a la capacidad de “ser diferente” eligiendo y manteniendo una identidad.

Sin embargo, hay una ambivalencia entre libertad y la inalcanzable meta de satisfacción. La deseada libertad nunca llega y esto genera sentimientos de contradicción e incoherencia, porque “la línea de llegada siempre se desplaza más rápido que el consumidor más veloz” (Zygmunt Bauman, 2004).

Cómo podemos hacer frente a la pasividad desde el “consumo activo”

El problema del consumo “pasivo” es que los intereses que crean y expanden necesidades usan nuestros deseos convirtiendo el consumo en compulsión, como si no existiese otra elección y esto es conveniente porque “todos/as somos consumidores/as”.

Lamentablemente, hoy se ejerce un mecanismo perverso de legitimar injusticias como la destrucción de la naturaleza, la explotación laboral, la hipersexualización de los cuerpos de mujeres, o la experimentación animal en el consumo individual de millones de personas. Si se produce para consumir, ¿el interés final no debería ser satisfacer los intereses reales de las personas?

Generalmente, se piensa que las personas consumidoras no estamos en posiciones de poder y sin embargo, tanto a nivel individual y colectivo, somos corresponsables de las externalidades negativas del consumo. Podemos aportar a la construcción de otros sistemas de consumo.

El actor “consumidor/a activo/a” ha sido analizado desde el campo del marketing como alguien que pasa por un proceso de validación de su compra: revisa opiniones de terceras personas, evalúa los pros y contras, evalúa la experiencia y elabora su propia opinión (Juanita Moreno, 2022). Sin embargo, desde el marketing, el objetivo es influenciar en este tipo de consumidor/a. 

Por lo tanto, proponemos re-pensar el consumo como la toma de decisiones que afectan todo y tienen el potencial de incidir en la sociedad, la economía, lo político y mucho más. Este otro tipo de consumo reconoce la importancia de las decisiones que tomamos cotidianamente, trascendiendo la participación política de las personas únicamente en los sufragios. 

Nuestro consumo del día a día es un acto político, y por ello es una posibilidad de ejercer la participación social, porque:

“Una democracia se consolida no tanto por lo que hagan los gobiernos, sino por lo que hace la sociedad misma con ella para consolidarla” (Juan Escobar, 2009).

Es decir, el consumo es un mecanismo de reapropiarnos de la participación social, porque este implica elegir, y al hacerlo, es posible reelaborar los sentidos sociales. Por ende, es también un medio para demostrar que las sociedades son capaces de re pensarse y re direccionarse a sí mismas.

Entonces, si el consumo pasivo significa estandarización y obediencia, el consumo activo puede significar el ejercicio rebelde del derecho a la diferencia: no solamente acceder al sistema, sino re elaborarlo para que este incluya a todos y a todas. 

El consumo activo busca expandir la libertad y para ello debe ser un consumo crítico que, según Maria Mies (2018), implica el rechazo individual y el boicot a artículos dañinos que no sostienen la vida. Por ejemplo, a los productos que refuerzan la imagen sexista de las mujeres o los productos que experimentan en animales.

plato paceño comunitario
habilidades de consumo activo

Incluso haciendo una caracterización de las personas consumidoras, el concepto sigue siendo amplio, y las características mencionadas arriba todavía están en construcción. En consecuencia, una forma de dar claridad a este tema es agrupar los tipos de consumidores activos. 

En esta ocasión, podemos mencionar a consumidores que también son productores. Son relevantes porque pueden exigir la responsabilidad social y ambiental de las empresas o hacerlo por cuenta propia si se autogestionan. Esta acción está dirigida a la recuperación del control sobre los procesos de producción en sí mismos. Otro ejemplo son las mujeres, quienes en muchas ocasiones deciden sobre las compras para sus hogares, transformando la idea de  amas de casa pasivas, por agentes de consumo activo.

Otra posibilidad es acercar lo más posible los procesos de producción y de consumo para restablecer el vínculo entre productores/as y consumidores/as, que tendría como consecuencia la construcción de mercados locales. Para ello, debemos acercarnos lo más posible a lo que consumimos, aprendiendo habilidades, conocimientos y tecnologías de lo que consumimos, como aprendiendo a sembrar y cocinar alimentos, y así desarrollar nuevos juicios sobre la utilidad y la necesidad de cada producto.

Aportes al concepto del consumo activo desde la sociedad civil

En el marco del Encuentro de Consumidores y Consumidoras: Por un Consumo Responsable, Activo y Agroecológico de La Paz, que se realizó en julio de 2024, se hizo la pregunta: ¿Qué significa el consumo activo y por qué es importante?  y a continuación mencionamos algunas de las respuestas. Estos aportes son valiosos y rescatables porque fueron realizados por personas de la sociedad civil que se identifican como consumidoras y buscan transformar los sistemas alimentarios desde ese rol.

Participantes del Encuentro de Consumidores y Consumidoras de La Paz
Participantes del Encuentro de Consumidores y Consumidoras de La Paz
  • Saber de dónde y cómo es la producción de los alimentos que consumimos 
  • Cuestionar e investigar constantemente
  • Es información y acción
  • Elegir un producto siendo consciente del impacto que va a tener 
  • Alimentarse y obtener recursos de una forma responsable, asumiendo que cubren sólo las necesidades básicas, evitando la acumulación
  • Generar un cambio de paradigma, a nivel personal, familiar y comunitario

Referencias


  1. Bauman, Z. (2004). Modernidad Líquida (4.a ed.). Fondo de Cultura Económica.

  2. Escóbar, J. (2009). Consumo y ciudadanía (Valletta). 

  3. Guzmán, J. (s. f.). El binomio ciudadano consumidor en las democracias comunitarias (Universidad de Costa Rica). 

  4. Lopes, B. (2017). Causas y dimensión ideológica de los movimientos de consumidores. Revista Iberoamericana de Ciencias Empresariales y Economía, VIII (8). 

  5. Mies, M. (2018). Patriarcado y acumulación a escala mundial (Traficantes de Sueños). 

  6. Moreno, J. (2022). Los 10 tipos de consumidores, sus características y cómo atraerlos. Hubspot.

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Ser sintiente, libre y con raíces profundas. Amante de las aventuras y de los sabores del mundo.
Humana y diseñadora gráfica. Su proceso de formación y crecimiento radica en el desarrollo de habilidades creativas y sensibles desde el diseño y la comunicación visual, la fotografía, artes plásticas y escénicas, así también como Guiadora en el empoderamiento de niñas y mujeres jóvenes siendo parte de la Asociación Mundial de Guías Scouts a través de una educación no formal y del aprender haciendo.
Emprendedora en la trasformación y conservación de frutas.
Es parte del departamento de comunicación en Cosecha Colectiva donde su principal actividad es de proyectar gráficamente ideas, conceptos, sueños y esperanzas para generar emociones y cuestiones con el objetivo de generar cambios en la sociedad.

Claudia Arroyo

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La Paz – El Alto

Mujer boliviana,  socióloga de profesión, con amplia experiencia de trabajo en procesos de incidencia social y política para el desarrollo y transformación social con jóvenes y mujeres.
Ha participado de diferentes congresos internacionales como representante de la sociedad civil para la incidencia política en Conferencias como la de Población y Desarrollo. Siendo parte de procesos importantes como la elaboración de la Carta Orgánica del Municipio de La Paz, Bolivia y, ha impulsado procesos para la conformación de los Consejos Municipales de la Juventud en diferentes municipios del territorio boliviano. Asimismo ha llevado adelante procesos educativos en torno a prácticas de consumo de alimentos con grupos de mujeres de zonas periurbanas del municipio de La Paz.
Actualmente colabora en el desarrollo y organización de espacios de diálogo y articulación que fomenten la construcción de alternativas y acciones dirigidas al vivir bien a partir de  propuestas colectivas.

Anahí Cabero Ugalde

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Apasionada por la alimentación y sus componentes políticos, ambientales, socioeconómicos y de salud integral.
Estudió Nutrición y se especializó en Soberanía Alimentaria, agroecología, pensamiento feminista y nutrición basada en plantas. Tiene una maestría en Métodos y Técnicas de la Investigación Social. Trabajó en proyectos relacionados con la salud, la agrobiodiversidad y los sistemas alimentarios sostenibles.
Es activista y le encanta cocinar preparaciones basadas en plantas como un acto político de cuidados y de placer. Además, le gusta bailar y practicar yoga.

Blanca Rivero

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Blanca es economista de profesión, con un máster en desarrollo sostenible, le apasiona la temática de medio ambiente y sistemas alimentarios. Su trayectoria laboral incluye roles en investigación, sector privado, público y en la actualidad es docente de pre y posgrado. Especializada en gestión, seguimiento y evaluación de proyectos, con énfasis en desarrollo sostenible y el enfoque de derechos. cuenta con sólidos conocimientos en construcción de modelos económicos y econométricos.
Aporta en Cosecha Colectiva desde su rol de Seguimiento y Monitoreo de Resultados para el Impacto de los proyectos de incidencia social que implementa la organización.

Matilde Rada

Coordinadora de Incidencia

Matilde Rada es politóloga, maestrante de Desarrollo Sustentable en la Universidad de Lanús en red con FLACAM (Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales).
Es defensora de la agroecología, antiespecista y feminista. Actualmente, es responsable de incidencia y facilitadora en la organización viva Cosecha Colectiva, donde promueve sistemas alimentarios sostenibles, y el consumo responsable y activo.

Joan Rechberger L.

Coordinadora de Comunicación

Comunicadora Social de formación, con un enfoque especializado en trabajo social y educación ambiental. Su trayectoria laboral y personal se ha centrado en la protección del medio ambiente y la inclusión social, participando en voluntariados y consultorías por producto.

Aporta su experiencia en la elaboración de estrategias comunicacionales, diseño de contenidos, marketing digital y gestión de actividades interactivas. Es una persona creativa, adaptable y sociable. Disfruta especialmente de los encuentros inesperados, la colaboración y el aprendizaje constante. Además, sus actividades favoritas incluyen explorar, disfrutar de la comida y las artes escénicas.

Felix Quispe - Coordinador de Contabilidad y Finanzas

Félix
Quispe Q.

Coordinador de Contabilidad y Finanzas

Félix es licenciado en contaduría pública, salido de la UMSA en 2015. Ha trabajado en diferentes empresas privadas, donde amplió sus conocimientos contables en temas de gestión y ejecución económica y financiera dentro de una empresa. En Cosecha Colectiva administra y supervisa los estados contables presupuestados para el planeamiento y la toma de decisiones de la ONG Les Ningunes y Cosecha Colectiva. Le encanta la gastronomía y tuvo la dicha de poder estudiarla en Manq’a. Hoy la practica como una carrera secundaria y aprecia que en Cosecha Colectiva se unan los dos mundos.

Joaquin de la Rocha - Coordinador de Logistica Institucional

Joaquín M.
De la Rocha I.

Coordinadora de Logística Institucional

Auditor Financiero de profesión, con un diplomado y un posgrado en Gestión del Talento Humano y cursos realizados en temáticas relacionadas a gestión de proyectos, medio ambiente, negocios y tecnología, entre otros. Dentro de la organización se dedica sobre todo al seguimiento y evaluación de las actividades planificadas. Así mismo, apoya en la parte logística para el desarrollo de los diferentes eventos y actividades, en los cuales el equipo tiene contacto directo (cara a cara) con las personas, lo cual le agrada de sobremanera porque considera que contribuye a satisfacer necesidades “reales” y sumamente importantes para las mismas, por ejemplo: en su salud y en su calidad de vida, entre otros.

Nicole Szucs

Coordinadora de Innovación y Gestión Autosustentable

Multiapasionada, por eso muchas veces cubre el rol de “comodín”, donde se la necesite.
Estudió Estudios Ambientales e Internacionales y tiene una maestría en Medio Ambiente, Desarrollo y Paz, con especialización en Sistemas Sostenibles de Alimentación y una maestría en Administración de Empresas. Con experiencia trabajando en temas ambientales y alimentarios desde la comunicación, gestión de conocimientos, facilitación e innovación.
Le gustan los momentos creativos con el equipo, hacer actividades con varias personas y aprender nuevas cosas. Cuando no está trabajando, le gusta caminar, manejar bici, hacer yoga, leer y dormir.

Apniuq
(Ariel A. De la Rocha G.)

Coordinador General

Estudió Derecho y se especializó en temáticas de Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra. En los últimos años ha profundizado su trabajo en torno a los Sistemas Alimentarios Sostenibles. Fue habitante e impulsor de la comunidad La Casa de les Ningunes, es co-gestor del Movimiento de Comida Consciente y co-organizó y facilitó diferentes campañas y encuentros nacionales de activistas ambientales y en alimentación. Participó de diferentes encuentros a nivel internacional como el Terra Madre de Slow Food. Actualmente aporta con los roles de Facilitador y Coordinador General de Cosecha Colectiva.

Ángela V.
Guerra Sarmiento

Coordinadora de Facilitación y Articulación

Psicóloga de formación, trabaja en educación ambiental y en facilitación de procesos y grupos. Activista, feminista y amante de la cocina, ha dedicado muchos años al trabajo por el cuidado del medioambiente, la promoción del consumo responsable y la alimentación sostenible. Es parte del Movimiento de Comida Consciente y otras redes locales. Su rol se centra en la incidencia y articulación de personas y grupos, en diferentes niveles, para la creación de propuestas y acciones colectivas. Aporta en la preparación, los contenidos y la logística para las actividades y en la facilitación grupal tanto dentro como fuera de la organización.