El planeta, como todos ya sabemos, está en crisis. No hace falta una pandemia mundial para darse cuenta que la forma de vida de la población humana necesita cambiar, mejorar, adaptarse y ser más consciente.
Los problemas ambientales a los que nos enfrentamos todos los días, vienen de la mano de pequeñas decisiones de consumo que a gran escala son las causantes principales del calentamiento global, la deforestación, la contaminación y más.
Entonces, ¿Qué puedo hacer yo?
Muchas veces sentimos gran impotencia ante las noticias ambientales o inclusos sociales que son gravemente afectadas por el consumismo y el estilo de vida poco sustentable para las generaciones futuras. La verdad es que no todos y todas podemos emprender y producir de manera consciente, muy pocos tenemos la posibilidad de contribuir desde la fase de circulación para crear una mejor distribución de ingresos y recursos. Entonces lo que nos queda es el consumo. Aquí sí que todas y todos podemos hacer cosas muy concretas.
El consumo responsable tiene que ver con hacer decisiones de compra que sean informadas, críticas y sobretodo basada en el respeto a nuestra salud, al medio natural, y a los productores y productoras que llevan el producto a la venta.
“En este tipo de compra, los consumidores responsables aportan un valor añadido a su consumo gastando su presupuesto de un modo que proporciona los productos o servicios requeridos al tiempo que contribuye a la protección del medio ambiente como así también al fomento del empleo digno, entre otras cuestiones” Guía de la compra responsable
Además, el consumo responsable es una gran manera de llevar un estilo de vida que sea sostenible y que no aporte a las injusticias sociales, no se termina en comprar pan con bolsa de yute, sino sigue una gran cantidad de criterios y acciones que te permiten ser más “responsable” a la hora de comprar:
1. Consumir sólo cuando es necesario
Antes de comprar cualquier elemento por impulso, es necesario hacerse la siguiente pregunta:
¿Realmente necesito esto?
¿Tengo algo parecido en casa?
Comprar un montón de bolsas de tela de diferentes estilos, es casi tan malo como usar bolsas plásticas todos los días, para ser congruentes con nuestras acciones ambientales, es necesario estar consciente de lo que tenemos en casa, usarlo y repararlo para así evitar el desperdicio (lo que aplica de igual manera a los alimentos).
2. Consumir local
Una gran manera de lograr un consumo responsable es comprar de manera informada, productos que a conciencia sabemos mejoran la calidad de vida de emprendedores y emprendedoras o de familias productoras de nuestro país.
Lo cual no sólo ayuda a tener una mejor economía y al desarrollo sostenible, sino que también nos da la seguridad de conocer cómo se hizo, y quienes lo produjeron.
3. Ser congruentes con aquello que consumimos y como actuamos
Muchas personas hoy en día consumen de manera más local y ecológica, pero eso no puede quedarse en la factura. El consumo responsable debe llevar a un estilo de vida sostenible y en ese sentido muy pocas personas hacen ese esfuerzo adicional que se requiere para cambiar los hábitos (de consumo, alimentario y demás).
No es lo mismo, comprar un cepillo de bambú pero desperdiciar alimentos todos los días.
Al final del día, debemos ser amables con nosotrxs mismxs y valorar los avances que realizamos todos los días hacia un estilo de vida más sostenible. Conscientes de que siempre podemos hacer un poco más, desde las decisiones que ponemos en nuestro consumo.
Fuentes para leer más
https://www.uncuma.coop/guiacompraresponsable/seccion1_1.html
https://opcions.org/es/consumo/3-claves-del-consumo-consciente/
https://base.socioeco.org/docs/cartilla3.pdf
https://as.com/deporteyvida/2020/04/27/portada/1587988652_822372.html